¿Sabías que los edificios son responsables de casi un tercio del consumo total de energía en el mundo y de casi el 15% de las emisiones directas de CO2? Mejorar la eficiencia energética de los edificios no solo es una forma de ahorrar dinero y reducir el impacto ambiental, sino también de mejorar el confort y la salud de sus ocupantes.
En este artículo te vamos a dar algunos consejos para mejorar la eficiencia energética en edificios, tanto si eres propietario, gestor o usuario de uno de ellos. Verás que con algunas medidas sencillas y rentables puedes conseguir grandes beneficios para tu bolsillo y para el planeta.
¿Qué es la eficiencia energética en edificios?
La eficiencia energética en edificios se refiere al uso óptimo de la energía en todas las fases del ciclo de vida de un edificio: diseño, construcción, operación y mantenimiento. Un edificio eficiente es aquel que consume menos energía que uno convencional para ofrecer el mismo nivel de confort y servicios.
La eficiencia energética en edificios se puede medir mediante diferentes indicadores, como el consumo de energía primaria, el consumo de energía final, la demanda energética o la calificación energética. Esta última es un documento que informa sobre el comportamiento energético de un edificio y se expresa mediante una escala de letras que va desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente).
¿Por qué es importante mejorar la eficiencia energética en edificios?
Mejorar la eficiencia energética en edificios tiene múltiples ventajas, tanto a nivel individual como colectivo. Algunas de ellas son:
– Ahorro económico: al reducir el consumo de energía, se reduce también la factura energética y se amortiza la inversión realizada en las mejoras.
– Confort térmico y acústico: al mejorar el aislamiento y la ventilación de los edificios, se consigue una temperatura y una humedad adecuadas, así como una menor contaminación acústica.
– Salud y bienestar: al mejorar la calidad del aire interior y evitar problemas de humedad y moho, se previenen enfermedades respiratorias y alergias, así como estrés y fatiga.
– Valorización del inmueble: al mejorar la calificación energética de un edificio, se aumenta su valor de mercado y se facilita su venta o alquiler.
– Protección del medio ambiente: al reducir las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes, se contribuye a mitigar el cambio climático y a preservar los recursos naturales.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética en edificios?
Para mejorar la eficiencia energética de un edificio, se puede actuar sobre diferentes aspectos:
Diseño BIM
El diseño BIM (Building Information Modeling) consiste en crear un modelo digital tridimensional del edificio que integra toda la información relevante sobre su geometría, materiales, instalaciones y sistemas. Este modelo permite simular el comportamiento energético del edificio y optimizarlo desde la fase inicial del proyecto, así como facilitar su gestión y mantenimiento posterior.
Construcción sostenible
La construcción sostenible implica el uso de materiales y técnicas que minimizan el impacto ambiental y social de la obra, así como el consumo de energía y agua durante la vida útil del edificio. Algunos ejemplos son el uso de materiales reciclados, locales o ecológicos, la prefabricación de elementos, la reducción de residuos o la integración de sistemas de aprovechamiento de energías renovables.
Rehabilitación energética
La rehabilitación energética consiste en realizar una serie de intervenciones en un edificio existente para mejorar su eficiencia energética. Estas intervenciones pueden afectar a la envolvente térmica (fachadas, cubiertas, ventanas), a las instalaciones (calefacción, refrigeración, iluminación, agua caliente) o a los sistemas de control y gestión. La rehabilitación energética puede suponer un ahorro de hasta el 50% en el consumo de energía.
Comportamiento responsable
El comportamiento de los usuarios de un edificio también influye en su eficiencia energética. Por eso, es importante adoptar hábitos responsables que contribuyan al ahorro de energía, como apagar las luces y los aparatos eléctricos cuando no se usen, regular la temperatura y la ventilación según las necesidades, usar electrodomésticos eficientes o contratar una tarifa eléctrica acorde al consumo.
Conclusión
Como has visto, mejorar la eficiencia energética en edificios es una forma de ahorrar dinero, mejorar el confort y la salud, aumentar el valor del inmueble y proteger el medio ambiente. Para ello, se puede actuar sobre el diseño, la construcción, la rehabilitación y el comportamiento de los edificios. Si quieres saber más sobre cómo mejorar la eficiencia energética en edificios, contacta con nosotros y te asesoraremos sin compromiso.